Llevábamos un tiempo oyendo hablar de esta preciosa iniciativa que arrancó en 2012 en un colegio de Florida de la mano de una pequeña de apenas 10 años. Ella fue la creadora de este asiento solidario (también llamado buddy bench o friendship bench), que sus profesores instalaron en su colegio para poner fin a las peleas entre los alumnos y para que las niñas y los niños que se encontrasen solos en el recreo tuvieran siempre a alguien con quien hablar, reír y divertirse. Una idea así no podíamos dejarla pasar, así que en el AMPA nos hicimos rápidamente con un banco de madera dispuestos a seguir el ejemplo de ese llamado buddy bench.
Buscamos un diseño chulo que reflejase bien la idea que queríamos transmitir y durante algunas frías mañanas pintamos el banco para que los chavales pudiera poner su toque final.
Pero faltaba lo más importante. Una a una, todas las clases del colegio fueron bajando junto con sus profesores para dejar su huella, literalmente. Cada uno fue poniendo su dedo y entre todos colorearon las nubes con una lluvia arco iris.
Y el resultado no podría ser más bonito:
Hoy, aprovechando la celebración del Día de la Paz, los alumnos han bajado al patio, cantado canciones y finalmente, en una solemne ceremonia, el Banco de la Amistad ha quedado oficialmente inaugurado.
En breve nuestro friendship bench será colocado en su lugar definitivo y confiamos que acabe siendo un espacio de integración donde los niños puedan conversar, solucionar sus problemas y hacerse amigos de manera más fácil.
«Un lugar donde sentarse para perdonar, reconciliarse, darse ánimos,
ayudarse y reencontrarse consigo mismo».