Parece que por fin nuestro huerto escolar está cobrando vida. Una tarde más un grupito de familias se han acercado a echar una mano y hemos pasado un rato de lo más entretenido (al final va a ser verdad que nos vamos a poner en forma con esto del huerting). En primer lugar hemos colocado una estupenda cortina de baño en el armario que estaba roto, que no disuadirá a los «amigos de lo ajeno» pero al menos de momento nos vale para que no se nos mojen las herramientas.
Después y cuando el calor apretaba de veras, hemos quitado las malas hierbas y cavado un par de agujeros bien hermosos para plantar un par de ciruelos. Mientras tanto los niños se lo pasaban en grande ayudándonos a regar y poniéndose hasta arriba de barro. También hemos vaciado la compostera con idea de trasladarla y adecentar esa parcela para poner fresas o lo que se nos ocurra. Se han llevado a la basura tropecientas carretillas con hojas, ramas y malas hierbas. y además hemos amontonado el césped artificial que quedaba para que no estorbe. Luego se regado todo para que aguante bien de cara al puente, y de paso nos hemos mojado nosotros para refrescarnos.
En resumen, que este es el huerto que nos gusta, alegre, participativo y, en definitiva, vivo. Los mayores hemos acabado agotados pero satisfechos y los niños llenos de barro pero encantados y felices. Y todos con ganas de volver.
Gracias a tod@s los que habéis venido y esperamos poder repetir muy pronto.